Photo: Dr. Joe Davenport, first president of CMCSOCIEDAD DEL LEGADO DE DAVENPORT

El primer presidente del Colorado Mountain College, el Dr. Joe Davenport, dirigió la construcción de los campus de Spring Valley y Leadville, desarrolló el plan de estudios inicial y estableció relaciones con el profesorado, el personal, los estudiantes y los miembros de la comunidad. La Davenport Legacy Society, llamada así en honor a las contribuciones vitales del Dr. Davenport, reconoce a aquellos antiguos alumnos y amigos que han hecho provisiones futuras para la Fundación Colorado Mountain College en sus planes de sucesión, en cualquier forma o cantidad.

Si desea hacer un impacto duradero en CMC, sus estudiantes y nuestras comunidades, hay varios arreglos de regalo para elegir. Tanto si desea poner su donación a trabajar hoy o beneficiarnos después de su vida, usted puede encontrar un plan de caridad que le permite mantener a su familia y apoyar a la Fundación CMC.

Para más información sobre la Davenport Legacy Society, póngase en contacto con:
Kristin Heath Colon, CEO de la Fundación CMC
970-947-8380
khcolon@coloradomtn.edu

¿Ya ha hecho una donación a la Fundación CMC en su testamento o fideicomiso? Rellene este formulario para que podamos mantener nuestros registros actualizados y añadirte a la Sociedad del Legado de Davenport.

Más información sobre el Dr. Joe Davenport de quienes le conocieron. Lo que sigue se ha extraído directamente del anuario del Colorado Mountain College de 1968 (el año de su fallecimiento).

"...no es que sintiera que se merecía un homenaje o que quisiera que nos tomáramos el tiempo de sentarnos a llorar... pero quizá sólo una pausa para dar las gracias. He aquí un educador que no se limitó a hablar de una manera mejor de educar, sino que tuvo las 'agallas' de intentarlo. Oh, hay otros y nos dejó a más de los que había antes para seguir adelante. Es una tarea monumental poner en marcha una nueva universidad, especialmente una innovadora, pero nadie lo sabía mejor que el Dr. Joe.

Puede que miremos al cielo cuando oigamos pasar un avión, pensando en sus frecuentes viajes entre campus; echaremos de menos su saludo campechano y su palmada en la espalda cuando nos sintamos desanimados. Tal vez no sea el tipo de estímulo habitual en el presidente de una universidad, pero no era un hombre habitual.

Pero debemos seguir adelante... no sólo por los cientos de estudiantes de hoy, sino por los miles que vendrán en el futuro. Pero, sobre todo, debemos seguir adelante por el Dr. Joe. Qué mejor homenaje que una institución viva y operativa para la educación de todos los que aspiran a aprender. Estamos aquí sentados en la cima de la nación, pero no se preocupe, Dr. Joe, no sólo estamos sentados, sino que llegamos cada vez más alto "