Let us be a beacon of hope - Seamos una luz de esperanza
Seamos un faro de esperanza
Somos una luz de esperanza
1 de junio de 2020
Declaración de la Presidenta y Directora General del CMC, Dra. Carrie Besnette Hauser
Es difícil creer cómo se han desarrollado los últimos tres meses, tanto cerca de casa como en partes de nuestro país que parecen muy lejanas de nuestros queridos pueblos de montaña.
Nos encontramos en una nación dividida. Durante el fin de semana, hemos sido testigos de protestas, disturbios y agitación civil de costa a costa. Y, aquí en Colorado.
Nuestra historia como país está marcada por la desigualdad, la disparidad socioeconómica y la intolerancia hacia las personas que pueden parecer diferentes, ya sea por su religión, color de piel, estatus migratorio, orientación sexual, lengua, disposición política o cualquier otra razón.
E, incluso con oleadas periódicas de progreso hacia una sociedad más justa, igualitaria y amorosa, sucesos profundamente trágicos como la muerte de George Floyd a manos de un agente de policía de Minneapolis desgarran nuestras heridas colectivas que nunca tienen del todo la oportunidad de cicatrizar.
Añádase a esto una pandemia mundial que ha paralizado nuestra economía, nos ha separado de nuestros seres queridos y ha perturbado nuestra vida cotidiana de un modo que nunca podríamos haber imaginado. Nuestra ansiedad colectiva es elevada, lo que revela una capa muy real de miedo, incertidumbre y tensión justo debajo de la superficie.
La combinación nos ha dejado a muchos confundidos, desorientados, enfadados y con el corazón roto.
Pero es en tiempos como estos cuando nuestra determinación de luchar por los valores que nos son queridos en el CMC debe ser más fuerte que nunca.
Inclusión. Equidad. Civismo. Tolerancia. Aceptación. Dignidad.
Y, simplemente, preocuparse por los demás.
Cada uno de nosotros es un faro de esperanza, amor y cambio.
Como colegio, unámonos para invertir esta tendencia. Hagamos todo lo posible por respetar a los demás y sus puntos de vista. Despojarnos de los prejuicios que podamos tener, consciente o inconscientemente. Preocuparnos por los vecinos, las familias y los niños que no son los nuestros.
Vamos a redoblar nuestros esfuerzos, una vez más, para garantizar que nuestra universidad y nuestras comunidades sean lugares en los que todo el mundo esté seguro, pertenezca a ellas y sepa que tiene valor. En lugar de hacer suposiciones, busquemos el entendimiento, discrepemos de forma aceptable, denunciemos la injusticia y el odio de forma valiente y constructiva, y dejemos que nuestras acciones estén guiadas por la esperanza y la determinación. Resolvámonos a vivir según la "regla de platino", según la cual tratamos a los demás como desean ser tratados.
Más que nunca, recordemos la visión y la aspiración del CMC de ser "...la universidad más inclusiva, innovadora y centrada en el estudiante de la nación..." y, al hacerlo, "elevar la vitalidad económica, social, cultural y medioambiental de nuestras hermosas comunidades de las Montañas Rocosas".
Juntos, luchemos por que llegue el día en que ya no sea necesaria esta llamada a la acción.