Sobre raíles
Por Carrie Click
Todos hemos visto esos 19th Fotos en sepia del siglo XIX de trabajadores del ferrocarril impulsando un balancín por una sección de las vías del tren. Estos pequeños vehículos impulsados a mano, llamados vagones de mano, llevaban a los trabajadores del ferrocarril a donde tuvieran que ir para revisar las vías y reparar los raíles.
Sean Fay, de Leadville, es un fanático del ferrocarril y de los karts. Los trenes y esos carritos de tracción manual le marcaron de por vida.
"Desde que tenía 4 años, recuerdo jugar con las maquetas de trenes de mi abuelo", dice Fay.
Hace catorce años, la fascinación de Fay por los trenes y las vías le llevó hasta Ron Forster, un ciclista de New Hampshire que, en 1980, ideó una bicicleta unida a un artilugio con balancín que podía circular por las vías del tren. Numerosas mejoras más tarde, la bicicleta se convirtió en un vehículo ferroviario de cuatro ruedas propulsado, no con manivela, sino con el pie. Forster vendió muchos de los carros y creó la Rail Riders Association para promover la afición.
"Son como montañas rusas de aluminio que pesan unas 120 libras", explica Fay.
Fay se mantuvo en contacto con Forster, y cuando empezó a oír que éste podría querer vender su empresa RailRiders, única en su género, Fay se dio por enterado. Fue justo en la época en que recibía clases de empresariales del Dr. Robert Cartelli en el Colorado Mountain College. No pudo ocurrir en mejor momento.
"Todo lo que aprendí en esa clase de iniciativa empresarial con Robert Cartelli fue una bendición", afirma Fay. "Era tan extraño. Se aplicaba a todo lo que necesitaba saber sobre la compra y explotación de ese negocio. Lo apliqué todo enseguida".
Las motos más chulas
Durante los últimos años en Breckenridge, Fay ha estado asistiendo al Colorado Mountain College Breckenridge mientras trabajaba a tiempo completo en Beaver Run Resort and Conference Center. Primero trabajó como guardia de seguridad y ahora es ayudante del jefe de mantenimiento.
Le gustan los complejos turísticos. Por eso se está preparando para obtener un título de asociado en gestión de complejos turísticos y una licenciatura en administración de empresas en la CMC.
"Ese es mi recurso", dijo sonriendo.
Fay compró la empresa a Forster hace unos años, heredando una clientela de personas ávidas pero muy selectivas, interesadas en recorrer vías de tren abandonadas con los vehículos de tracción humana. Fay se concentra en crear ruedas de ferrocarril especializadas para las bicicletas. También construirá bicicletas completas de cuatro ruedas para los clientes.
"Yo las llamo las motos más chulas de las que nunca has oído hablar", dijo Fay.
En Europa, las bicicletas RailRiders pueden verse en Francia y Portugal, donde las vías sin utilizar no se arrancan para dejar paso a senderos para peatones y ciclistas, como suele ser la norma en EE.UU. En su lugar, se reservan vías de ferrocarril específicas para las personas que quieran pedalear por las vías utilizando estos vehículos especializados.
¿Futuro en Colorado?
Según Fay, en Estados Unidos montar en raíles utilizando sus bicicletas no es tan común como en otras partes del mundo. Actualmente hay tramos de vía dedicados a los ciclistas sobre raíles en New Hampshire, Maine, Washington, Nevada, Dakota del Sur, el norte del estado de Nueva York, Oregón y Virginia Occidental.
Fay dijo que está hablando con propietarios de vías de ferrocarril en South Fork, Creede y Glenwood Springs, entre otros lugares, con la esperanza de que se dediquen varios tramos de vía a este nuevo modo de viajar en "tren". "Es probable que los veamos en Colorado", afirmó.
Incluso Hollywood se ha apuntado a la moda. La serie de televisión "Teen Wolf" utilizó una de las plataformas de RailRiders para rodar varios de sus episodios.
La seguridad es primordial en el uso de las bicicletas de pedaleo sobre raíles en las vías del tren. Fay subraya la importancia de pedir permiso para circular por cualquier vía férrea, ya que las vías son propiedad privada por muy en desuso que parezcan. Y las vías de propiedad pública, estén en uso o abandonadas, están fuera de los límites.